Justo al lado de la frontera de Reikiavik, abandonamos la carretera principal para seguir la costa alrededor del fiordo de Hvalfjordur. Esta zona, que alguna vez estuvo repleta de actividad, ahora es un oasis de tranquilidad, con granjas escondidas entre el océano y las montañas. Conozca la vida en una granja típica islandesa, pruebe las delicias locales y disfrute del impresionante paisaje a un ritmo tranquilo.
Este recorrido nos lleva a través de las sutiles maravillas de Hvalfjörður. Por un lado el océano, por el otro las montañas y colinas. Entre ellas, las granjas. Algunas de las granjas de esta zona han estado allí desde la colonización de Islandia. La agricultura ha cambiado y los granjeros han cambiado, pero siguen cultivando la tierra y cuidando a sus animales. Los agricultores que visitamos nos abren sus puertas, nos muestran los alrededores y comparten sus historias.
El paisaje es impresionante en su suave belleza. Ríos y cascadas, colinas y montañas, la costa y las pequeñas islas; hay muchas cosas para complacer la vista. En el camino, probamos delicias locales de las granjas que visitamos y de otros productores locales, todas ellas deliciosas y de alta calidad que combinan tradiciones e innovación.